Rincón literario

del IES Las Encinas

Bienvenidos

Estás ante una revista literaria destinada a dar a conocer los meritorios trabajos de nuestros alumnos del Centro, y que se publica por el Departamento de Lengua Castellana y Literatura con la colaboración de los Departamentos de Francés y de Inglés. En este espacio encontrarás convocatorias a concursos literarios y, sobre todo, los títulos de nuestros alumnos que han sido premiados en algún certamen o que, a juicio de sus profesores, han destacado especialmente.

Nos actualizamos

¡Tenemos novedades! Este curso, y gracias a la colaboración del profesor Pedro Fanega, el blog se actualiza con dos pestañas nuevas, apartados que permanecerán fijos y que esperamos vayáis alimentando con vuestras propuestas con cierta asiduidad. La primera novedad es el espacio que hemos denominado ¡Porque nos gusta! En él iremos publicando textos que nos hayan llamado la atención o nos resulten interesantes, como hasta ahora, pero a los que podremos acceder más fácilmente al estar reunidos en su propio apartado. En segundo lugar, Nuestras reseñas, donde la idea es que vosotros, como lectores, recomendéis esos libros que os han gustado y que por lo general no pertenecen al listado de lecturas obligatorias que se proponen desde el departamento de Lengua, Inglés o Francés... Porque aquí, tenedlo en cuenta, tendrán cabida las reseñas de cualquier lectura que os apetezca recomendar, sin distinción de género o de idioma. Así que, ya sabéis, ¡animaos a compartir vuestra experiencia lectora! Os lo agradecerán vuestros compañeros... y también vuestros profes.

Concurso de Cuentos en Imagen "Une belle histoire"

El departamento de Francés también celebró su Día del Libro, y lo hizo con este concurso que nos ha dejado unos magníficos trabajos que merece la pena compartir con todos vosotros.Este jueves, 3 de junio, se llevará a cabo la entrega de premios en las escaleras principales del edificio. ¡Podremos aplaudir a nuestros ganadores!

Booktuber: ¡recomendamos!

Coincidiendo con el Día del Libro, este año tenemos a algunos alumnos de 3º ESO C que se han animado a meterse en la piel de un booktuber y recomendarnos una lectura... Aquí os dejamos una muestra: un libro para niños y un clásico de misterio para jóvenes y adultos. ¡Buen trabajo!

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19 de noviembre de 2017

Ojos de cristal


Atravesando un pasillo que debía haber estado vacío, una pequeña camina produciendo un tenebroso sonido al avanzar , su piel completamente pálida…Con penetrantes ojos de cristal.
O esa era la idea. 
La muñeca estaba sostenida por las gentiles manos de una niña que reía mientras la alzaba y movía como si fuese un avión, algo que  a esta muñeca le ofendía y molestaba.
La muñeca, una muñeca ichimatsu, fue tratada por las manos de un artesano profesional japonés, hacía ya mucho tiempo. Fue construida con precisión, cuidado y esfuerzo, para luego, con el paso de generaciones, ser tirada al desván por “dar mucho miedo”, “estar maldita”, o “ser demasiado realista”.
Pasaron días, meses, años… Estación a estación ella seguía apoyada en un estante viejo, y su pelo iba creciendo poco a poco…

4 de julio de 2017

Memento

Ana Sastre, 2º Bachillerato
2º premio Poesía, categoría B, IES Las Encinas, 2016-17

En horas melancólicas
recuerdo cómo solías peinarme,
acariciarme, cantarme, amarme...
y con el corazón a media asta
me preparo,
pero me sorprende
y también me fascina
y me alboroza
lo que significaste para mí
porque fuiste y serás pura belleza
y generosidad.

Atesoro tu figura en los cristales rotos
de mi alma
junto con el eco permanente
de tu voz.

Casualidades

Eva Garijo, 3º ESO D
2º premio Poesía, categoría A, IES Las Encinas 2016-17
Hay flores que escapan
de un corazón que ya no es mío
y resbalan por mis dedos,
cayendo gota a gota,
letra a letra.

Un huracán devora las mariposas,
demostrando a mi estómago
que no es inmune a esto del amor.

Tego su sonrisa en mi cabeza,
convirtiendo mis desastres,
y recordándome que la luna
también tiene un lado brillante.
Su manera de hablar,
con la calma y energía
de una ola,
rompiendo en una playa desnuda,
desvestida por miradas.

Me escribe,
escribe para mí,
escribe por mí,
como nadie me había escrito.

Y noche tras noche
crea en mi corazón
las cuatro estaciones.

Su pelo despeinado
por las mañanas,
con el olor a café
sonando de fondo, 
hace que pierda la cabeza
y se me caiga el alma.

Yo quiero a esa persona.
Yo soy mujer.
Ella es mujer.
Intentad pararnos.

Bocetos

Paloma Gómez, 3º ESO C
1º premio Poesía, categoría A, IES Las Encinas 2016-17

1. Él
Volatil e irrefrenable, puro deseo
escondido en la más oscura celda
de soledad y miedo
que no dejaba florecer
el ángel que tenía dentro
2. Ella
Poseída por el vago recuerdo
de sus manos en su espalda
acallando su corazón
por escuchar a su alma
fría, tan fría como la luna
vivía del pasado, añorando la locura
3. Ellos
Calmaban su sed, bebiendo el uno del otro
y solo pedían que aquel fuego
los calentase una noche más
ya que sabían que no sería eterno

Pero lo olvidaron
se rieron en la cara del orgullo
y se amaron sin límites
aprendieron a volar juntos

La puerta

María Santamarina, 2º ESO A
1º premio Relato, categoría A, IES Las Encinas 2016-17


Todavía me acuerdo del día en que ingresé en este hospital, fue decisión mía, sabía que iba a ser lo mejor para mí. Sin embargo, este sitio casi me hizo enloquecer, por lo que decidí escaparme. Fue una decisión un poco dura, ya que allí todos sabemos que, si no lo consigues, te llevan a “La Puerta”. Es un misterio lo que hay detrás de ella, lo único que sabemos es que nadie regresa. Es el duro castigo que implantan para que nadie intente escapar, sólo lo hacen los que están verdaderamente desesperados, o los que, directamente, quieren acabar con su vida. Debía de estar loca de verdad, porque lo hice.

Ideé un plan para salir de allí, la cosa iba a estar muy complicada; con toda la seguridad y con los guardias, era una tarea imposible. Lo intenté, corrí cuanto pude, pero mi intento fue fallido, y sabía lo que me esperaba. Entre lágrimas y gritos, me sacudí en los brazos de unos hombres que me llevaban sin esfuerzo alguno y sin piedad a mi temido destino, “La Puerta”.

Recorrimos un largo y siniestro pasillo. Al final se podía apreciar una puerta negra, de la que me pareció ver emanar una sombra un tanto peculiar. Una vez que estuvimos a una distancia prudencial, los hombres me dejaron en el suelo y me obligaron a acercarme. Mis temblorosas manos se aferraron al pomo, y la puerta se abrió. Lo único que vi fue vacío y oscuridad, hasta que me empujaron y me interné de golpe en “La Puerta”, un mundo completamente distinto y aterrador. Nadie sabe que existe, pero de vez en cuando le hacemos una visita nocturna, no muy agradable. Es el mundo de las pesadillas.

Miré hacia atrás y vi cómo la poca luz que entraba se desvanecía al cerrar la puerta. Me quedé en completa oscuridad, no se veía absolutamente nada. Mi mente imaginaba cosas terroríficas con las que me podría encontrar allí. Aunque me lo estaba inventando todo y sabía que no era posible, tuve el mal presentimiento de que algo ocurriría en aquel lugar. Sin embargo, podría estar equivocada, porque un buen castigo sería vagar para siempre en la oscuridad, solo, hasta el fin de tus días. A lo mejor ese era mi destino. Eso no lo podía saber, tenía que esperar.

Anduve un rato sin rumbo, sabiendo que no llegaría a ninguna parte. Oscuridad, oscuridad y oscuridad. Eso era todo lo que había allí. Tras pasar lo que me parecieron horas, empecé a sentir cómo un viento helado me envolvía, acompañado de un siniestro susurro. La oscuridad desapareció, y en su lugar vi un paisaje distinto. Estaba en un frondoso bosque lleno de pinos. El cielo estaba muy nublado, parecía que iba a haber tormenta. De repente, oí un crujido y me giré rápidamente. No vi a nadie, pero me asusté y eché a correr. Tras unos minutos, después de comprobar que nadie me seguía, paré a descansar, estaba agotada. Me senté en una roca y esperé a que mi respiración dejara de estar tan agitada. Comencé a oír más crujidos, mi corazón, que ya se había recuperado de la carrera, volvió a acelerarse y mi cuerpo se puso en tensión. Noté que algo me rozaba un brazo, y luego el otro. De pronto, me percaté de que todos los árboles a mi alrededor estaban más cerca de mí, las ramas de cada uno de ellos se extendieron y empezaron a rodearme. Una se aferró a mi muñeca, y tiré para intentar liberarme de ella, pero fue inútil. Las ramas de los árboles me fueron cubriendo por completo, no podía respirar. Grité para pedir ayuda, aunque ya sabía que nadie iba a venir. Cuando sólo me quedaba el último aliento, todo se volvió borroso y el bosque desapareció hasta volver al fondo oscuro de antes. Volvía a estar sumida en la oscuridad. Entonces reflexioné sobre lo que acababa de pasar y me di cuenta de dónde estaba: en aquella sala, lo único que se hacía era vivir una pesadilla detrás de otra. Tenía que salir de allí, llegaría un momento en el que las pesadillas me consumirían, y no quería tener que sufrir aquello.

Pasó un rato hasta que volvió a atraparme otra pesadilla. Esta vez, estaba bañándome en el mar, el agua me mecía tranquilamente, las olas eran suaves, relajantes. De pronto, el mar se enfurecía, yo intentaba llegar hasta la orilla, pero no podía. Las olas me arrastraban hacia dentro y me hundían. Me estaba ahogando, y no podía hacer nada más que intentar luchar por salir a la superficie. Ahí terminó la pesadilla, y regresé al vacío de la sala.

Cada cierto tiempo, venía un mal sueño a atormentarme, cada uno acompañado de una sombra representativa que me avisaba de lo que se aproximaba. Fueron incontables, yo seguía intentando encontrar una forma de salir, pero al final desistí y dejé de luchar. Soñé con que me quedaba encerrada, con terroríficos payasos, con fantasmas… con todos los miedos que os podáis imaginar. Llegó un momento en el que las pesadillas pudieron conmigo, mi alma fue consumida por ellas, sentía que ya eran parte de mí.

Tuve un último sueño, mi mayor miedo. Éste narraba mi estancia en el psiquiátrico. Contaba todo lo que sufrí, lo infeliz que era allí, todo. Una vez finalizado, mi cuerpo se desvaneció, transformándose en una sombra más de aquella sala. Me había convertido en mi peor pesadilla, la última con la que había soñado, y así comprendí por qué nadie volvía. Como los demás, me quedé para siempre en aquella habitación, vagando en la oscuridad y esperando para atormentar ala siguiente víctima.

Me despierto sobresaltada.  Miro a mi alrededor, todo está normal, no hay nada extraño a la vista. Me tranquilizo y vuelvo a recostarme en la cama. La vista se me va a la puerta entreabierta de mi habitación. Fuera, puedo ver el largo pasillo de mi casa, con una puerta oscura al fondo. Esa puerta de la que no puedo quitar ojo cada noche... ¿Y si me asomo?


16 de junio de 2017

¡Los ganadores!

Aunque los premios se entregarán en el Festival de Fin de curso, no queremos dejaros con la intriga hasta ese día... He aquí los ganadores de este año:
CATEGORÍA A
- Poesía
1º premio: Bocetos, de Paloma Gómez (3º ESO C)
2º premio: Casualidades, de Eva Garijo (3º ESO D)
- Relato
1º premio: La puerta, de María Santamarina (2º ESO A)
2º premio: El farero de Zarauz, de Ainara Knörr (2º ESO B)
CATEGORÍA B
- Poesía
1º premio: desierto
2º premio: Memento, de Ana Sastre (2º Bach. C)
- Relato
1º premio: desierto
2º premio: Punto y coma, de Ana Sastre (2º Bach.C)

¡Buen trabajo!

25 de abril de 2017

3º premio: Tiempo al tiempo

Como ya habréis leído en el Blog del instituto, Alba Fernández, de 3º ESO A, ha recibido un 3º premio en el Concurso de Relatos del municipio con el cuento "Tiempo al tiempo". ¡Felicidades!


TIEMPO AL TIEMPO, de Alba Fernández
Abrí los ojos. Los rayos del sol me deslumbraron y poco a poco me fui levantando del suelo. Me costó un poco adaptarme al bullicio que había a mi alrededor y con lentitud me acerqué al grupo de personas que miraban lo que parecía ser mi cuerpo. Y entonces lo recordé. Las imágenes pasaron tan rápido por mi mente como el coche que chocó con el de mi madre.
Pero, ¿qué estaba pasando? Mi mente se bloqueó y no podía pensar en nada. Me quedé observando atónita como cargaban mi cuerpo y el de mi madre a la ambulancia. No, esto no puede estar pasando, no puedo estar…muerta. Seguí a la ambulancia deseando despertar un sábado y que todo fuese un sueño. Hasta entonces no me di cuenta de lo ligera que parecía, era como si mis pies no tocaran el suelo.
Pararon en el hospital y seguí a las camillas en las que nos llevaban hasta una habitación de urgencias.
No entendía que estaba pasando, grité pero nadie parecía escucharme, incluso intenté conversar con dos médicos que afirmaban que estaba en coma pero no obtuve respuesta. En ese momento me di cuenta de lo que puede cambiar la vida en unas horas.
Veía el entrar y salir de los médicos y escuchaba sus conversaciones sobre que comerían esta tarde.
Después de esperar unos minutos, decidieron llevar a mi madre al quirófano ya que estaba perdiendo mucha sangre. Estuve un largo periodo sola hasta que entró una enfermera, se acercó a mí y me susurró:
-       Tu propia vida está en tus manos pequeña. Tú decides si seguir luchando o rendirte.
Podía ver a mis familiares llorando en la sala de espera. Y entonces él entró, por unos segundos fue el centro de atención de todos lo que habitaban la sala, incluso el mío.
Jack se independizó nada más cumplir los 18, no quería seguir viviendo con nuestra madre. Hace unos meses vino a vernos pero ya no era el mismo, ahora era mucho más maduro. Sigue pensando que mamá no es capaz de responsabilizarse de mí, que no debería estar a mi cargo. Quería llevarme a vivir con él y con su esposa. Según él allí tendría una vida mejor y no me afectarían los problemas de mamá, pero ella se negó. Continua haciendo promesas de que todo va a cambiar, que vendrá más por casa. Se fue sin despedirse y por un momento quise subirme al coche e irme con él, pero entonces, madre se quedaría sola y no podría perdonarme eso. Ella se ocupó de mantenernos como pudo y ahora yo debo cuidar de ella.
Me le quedé mirando y por un momento creí ver algo de tristeza en su mirada, como si de verdad le importásemos, como se arrepintiera de haberse ido en un mal momento. Preguntó en recepción por nosotras y le dejaron pasar a verme. Los médicos salieron de la habitación y entonces Jack se sentó a mi lado y lloró. Ya hacía mucho tiempo desde la última vez que le vi llorar, desde que nuestro padre se fue.
Él y Jack estaban muy unidos, según lo que me contó mamá. Yo era muy pequeña y ni siquiera recuerdo su rostro, pero a Jack le añoraba.
Un sollozo dejó mis recuerdos a un lado. Todo se quedó en silencio y solo se oía el tic tac del reloj de la mesilla. Apartó las lágrimas que le caían por las mejillas y murmuró:
-       Lo siento.
Fueron tan solo dos palabras, dos palabras que lo expresaban todo.
Su pelo rubio le cubría los ojos mientras abrazaba mi cuerpo. Y entonces pasó. El doctor entró en la habitación y le susurró algo al oído. Jack se quedó de piedra, no habló, no se movió, por un momento pensé que su corazón no latía. Algo no iba bien… y entonces caí en la cuenta.
Salí de la habitación lo más rápido que pude y las reacciones de mis familiares al hablar con el doctor lo decían todo. Ya no estaba. Había perdido demasiada sangre en la operación y eso le costó la vida. No podía aguantarlo más. Ella era mi razón para seguir luchando y ya no estaba. Me derrumbé y fue entonces cuando empezaron a entrar las enfermeras a la habitación donde mi cuerpo se encontraba. Fui caminando con dificultad hacia allí. Nada más entrar distinguí un agudo pitido. Intentaron reanimarme pero yo ya había tomado mi decisión ya no podía continuar. Me encaminé hacia la salida. Los pasillos parecían más puros y ya no se oían llantos, no se oía absolutamente nada. Era una sensación inexplicable, ese dolor que sentía hacía tan solo unos segundos había desaparecido y esas cadenas que no me dejaban caminar se habían roto. Al final del pasillo, en la puerta de la salida había una luz blanquecina. No hacía daño a la vista al mirarla, simplemente estaba ahí. Era imposible ver lo que había al otro lado y su luz chocaba con las paredes iluminando el pasillo. La seguí, no sé por qué ni cuándo había tomado esa decisión pero lo hice. Mi corazón latía con fuerza a cada paso que daba. Cuanto más me acercaba más recuerdos veía, más cosas sentía. Ví su mano, no sé si era un producto de mi imaginación o en verdad era real, solamente sabía que era su mano. Le tendí mi mano y dejé que todo terminase como empezó, cerré los ojos y crucé.

8 de abril de 2017

Concurso Literario "IES Las Encinas"


1.     Podrán participar todos los alumnos matriculados actualmente en el instituto.
2.    Se establecen dos categorías:
Categoría A: alumnos de 1º, 2º y 3º de ESO
Categoría B: alumnos de 4º de ESO y 1º y 2º de Bachillerato
3.    Se establecen dos modalidades por categoría:
Modalidad RELATO
Modalidad POESÍA
4.   Tema: libre en todos los casos.
5.    Extensión:
RELATO: Entre tres y seis folios
POESÍA: Un mínimo de catorce versos
6.    Presentación: a ordenador, doble espacio, letra Arial 12. En sobre cerrado, sin firmar, con el título de la obra; y con plica en el interior.
7.    Premios:
PRIMER PREMIO: 50 € para cada modalidad y categoría.
SEGUNDO PREMIO: 20 € para cada modalidad y categoría.
8.    Entrega: hasta el viernes 19 de mayo a las 15:30 horas; a los profesores de Lengua y Literatura del instituto.


.   Las personas que concursen se responsabilizarán totalmente de que no exista derecho de terceros sobre las  obras presentadas, así como de toda reclamación por derechos de imagen o análogos. Será responsabilidad de las personas que concursen cualquier reclamación que pudiera producirse en relación con la autoría del trabajo o su posible plagio.
9.    Jurado: Las personas que concursen se responsabilizarán totalmente de que no exista derecho de terceros sobre las obras presentadas, así como de toda reclamación que pudiera producirse en relación con la autoría del trabajo o su posible plagio.
10. Jurado: Los miembros del Departamento de Lengua y Literatura.
11.  Fallo del concurso: en el Festival de junio.
12.  Los premios podrán declararse desiertos.
13. La participación en este Concurso supone la aceptación de las presentes bases y de las decisiones del Jurado.
14.  Los trabajos podrán retirarse hasta comienzos del siguiente curso. Se entenderá que se renuncia a recuperarlos si no se solicitan en ese plazo.
15. Los trabajos premiados podrán publicarse en el Rincón Literario del  instituto. 

Villanueva de la Cañada,  11 de abril de 2017

3 de abril de 2017

Terrorismo y guerra

Empezamos este mes de abril, además de con la entrada anterior sobre el holocausto, con varios textos en la sección de Terrorismo de los alumnos de 4º A Julio Sabroso, Pedro Rueda, Percy Pérez y Bruno López.

Día Internacional Víctimas del Holocausto

Aunque con cierto retraso..., publicamos en este inicio del mes de abril un texto de la alumna Carla Peña, escrito a raíz de la conmemoración de esta fecha. 

HOY, 27 DE ENERO

Hoy, 27 de enero, se cumplen 70 años de la liberación de uno de los campos de exterminio que más muertes dejó, Auschwitz, situado en Polonia.  Se conmemora por esta razón el día internacional de las víctimas del Holocausto, recordando así una de las etapas más dramáticas de la historia contemporánea.

17 de febrero de 2017

Nuevas publicaciones

Intentando mejorar e ir dando cabida a todos los textos que nos van llegando, abrimos dos nuevas pestañas, que se suman a la recién inaugurada ¿ARGUMENTAMOS?, que, de momento, alberga tres textos de alumnos de 4º ESO - Rocío Nieto, Megan Trayling y Ana Martín- sobre nuestro sistema educativo.

Las nuevas pestañas son POEMAS Y RELATOS DE AMOR, por un lado, con el cuento de Lara García que publicábamos la semana pasada, más dos poemas de Eva Garijo y Carla Bruno, de 3º ESO; y por otro lado, la pestaña TERRORISMO Y NO VIOLENCIA, con poemas de tres alumnos de 2º ESO: Catalina Rueda, Jorge García y Lucas Moraleda; y un relato de Patricia Gamella.

XXV Concurso de cuentos

La Concejalía de Cultura de nuestro municipio convoca un año más su Concurso de cuentos Infantil y Juvenil. Este es el cartel que podéis encontrar también en el pasillo de la biblioteca del IES y, fotocopiado, en el corcho de vuestra aula. Desde el Departamento de Lengua y Literatura os animamos a presentar vuestros trabajos. 
Tema libre.
Letra arial 10, a doble espacio. 
Entre 3 y 7 folios (una cara), encuadernados.
El IES deberá presentar los trabajos antes del 10 de marzo; por lo tanto, si queréis participar, tendréis que entregar vuestro relato, con tiempo, a vuestro profesor de Lengua. 
Os recordamos también que podéis presentaros individualmente o en grupo de hasta seis miembros.

¡Ánimo y a escribir!

4 de febrero de 2017

Nuestro sistema educativo

Tal y como habíamos anunciado hace unos días, empezamos a publicar textos argumentativos en el espacio "¿Argumentamos?" que encontraréis debajo del Archivo del Blog.
Estos primeros textos, cuyos autores son alumnos de 4º ESO A, versan sobre el siempre interesante y polémico tema de nuestro Sistema Educativo: la Educación, a debate, en la voz de quienes mejor la conocen...

31 de enero de 2017

Microrrelato

VICTORIA GUTIÉRREZ, profesora de Lengua
Dedicado a los alumnos de 1º ESO B
Vuelven a ser invisibles, a petición de Olga. Ella nunca creyó las historias de Kipling, tan condescendiente con los colonizadores con la categoría de sires e ingleses para mayor renombre. Así que, recelosa, obligó a su amiga a retirarse en el transcurso de una conquista segura, asegurando que, siguiendo su costumbre inveterada, no dejarían indígena viva.
De indómita belleza anglosajona vigilaron su seductor enredo, se acercaron sigilosos al oído de unas nenas mitad barbi mitad choni, y, hecho el plan, con ellas se marcharon.

-¡Ay, tonta, con lo buenos que estaban! ¡Qué poco provecho a tanta literatura!-abronca Cayetana con carita frustrada.

29 de enero de 2017

Textos argumentativos

En breve vamos a inaugurar el espacio denominado "¿Argumentamos?", dedicado, como su nombre indica, a la argumentación, donde tendrán cabida aquellos textos en los que defendáis vuestra opinión sobre algún tema propuesto en clase... Así que ya sabéis: a reflexionar y a tratar de organizar vuestras ideas. ¿Lograréis convencernos? ¡Seguro que sí!

24 de enero de 2017

Certamen literario "Cervantes"


13 de enero de 2017

Ser profesor por un día


MARÍA SANTAMARINA GONZÁLEZ, 2º ESO A

-Venga, tú puedes – me dije a mí misma.

Me encontraba frente a la puerta de mi última clase. Había tenido un mal día, ya que algunos alumnos un poco rebeldes me hacían muy difíciles las cosas al dar la lección. Uno hablando continuamente; el otro lanzando bolitas de papel…, ¡era muy difícil controlar aquella situación!

Me decidí a entrar al aula, se oía mucho griterío. Al entrar, algunos alumnos se sentaron, otros siguieron corriendo por los alrededores y "pegándose" entre ellos. Yo había aprendido con el tiempo que gritarles no sirve de nada, así que decidí esperar. Pasaron casi cinco minutos hasta que se percataron de mi presencia.

 -Buenas tardes – dije al fin. Todos sacaron los libros y los apuntes y comenzó la clase. Yo desde temprana edad había querido ser profesora, pero hasta finalizar Bachillerato no supe que quería enseñar Lengua. Aquel día, tocaba dar el atributo, algo que a algunos les costaba bastante. Cuando terminé la explicación, empezó la “avalancha de preguntas” de siempre.


-¡No lo entiendo, profe!

-¡Yo tampoco! 

Ser profesora es un trabajo duro, hay que tener mucha paciencia. Tras hacer unos cuantos ejemplos, ya lo fueron entendiendo. Les mandé unos ejercicios para practicar y se pusieron a hacerlos. Paseándome por las mesas, pillé a los niños pasándose notitas y tuve que soltar el discurso de siempre. Yo intento hacer las clases más divertidas para que no se hagan largas, pero algunos no me lo pagan muy bien.

Tras un rato, sonó el timbre y todos se fueron a sus casas. Yo me quedé un momento sentada reflexionando. Daba igual que tuviera que mandar callar, regañar o soportar quejas, me gustaba ser profesora, era mi vocación.

Ser profesor

NICOLÁS CHIMENO, 2º ESO D

Mi nombre es Nicolás Chimeno Escribano. Soy de Madrid y soy profesor de Lengua Castellana.
Imparto clases en el IES Las Encinas, en Villanueva de la Cañada. Es un sitio agradable, con muchos alumnos y mucho movimiento. Hoy he venido a hablaros de cómo son las clases de mi asignatura.

Nada más entrar al aula, todo el mundo está de pie sin sacar nada; bueno, hay algunos que no, que están atentos. Todos los días entro con un “Buenos días, chicos,  ¿qué, con ganas de empezar?”. Todos suspiran y alguno dice que preferiría que se acabase ya.

Yo sonrío y les pido que saquen el libro, que se preparen… Siempre con la misma historia. ¿Cuántas veces tengo que decíroslo para que me hagáis caso? Hoy les he anunciado que vamos a tener una clase de “relax”, porque están en plena época de exámenes y creo que necesitan cierto desahogo. En lo que a mí respecta, no me gusta poner muchos exámenes. Lo primero que se me pasó por la cabeza aquel día fue hablarles de la convivencia. El tema despertó el interés de pocos; la mayoría se mostró indiferente y otros parecían estar a otra cosa, en el mundo de las musarañas.

Uno de los más interesados nos contó una anécdota personal; el chico relató que cuando era pequeño, cada vez que iba al recreo, le llamaban “vaca” y le mugían. Fue entonces cuando una de las chicas (en clase hay unas chicas muy impertinentes, que no saben comportarse), para hacer la gracia soltó un “muuu”. Sentí ganas de no sé muy bien qué y de ponerle una amonestación a esa “niña insolente que mugía en clase para reírse de la gente que estaba gordita”.

Respiré y le dije: “Sandra Morales Pontevedra del Altar, salga de clase y cuente todas las baldosas del pasillo, gracias”. Sonreí irónicamente y le pedí al chico que continuase.
Fue en ese momento cuando me di cuenta de que la risa se había propagado por toda la clase y terminó haciendo que el chico se sintiera incómodo. Tuve que decirles que, como no se callasen, tendrían que hacer una redacción sobre el respeto y cómo tratar bien a un compañero.  De repente, se hizo el silencio.

Cuando el alumno terminó de hablar le di las gracias por colaborar y continué la clase con una anécdota sobre mi propia infancia. Les conté que yo, de pequeño, siempre atendía y hacía los ejercicios, pero que, cuando salía del instituto, me convertía en el peor chaval del mundo, siempre metido en problemas y líos.

Se quedaron muy sorprendidos al imaginarme como un adolescente revoltoso. Fue un chaval llamado Pablo Carvajal el que me preguntó: “¿por qué quisiste dedicarte a esto?”. Le contesté que precisamente un profesor de Lengua de aquella época siempre me estaba diciendo que era “malísimo, el peor alumno del mundo” y que de mayor jamás llegaría a nada y menos aún a ser profesor, así que, sin pretenderlo,  me motivó para conseguir llegar justo a eso: ser profesor. En ese dichoso momento en que me sentía tan feliz, llamaron a la puerta. Era Sandra, que entró informándome de que había contado 14.300 baldosas…
¡Qué difícil hacerse escuchar cuando se va acercando el final! Ya estaban todos preguntando por la hora, con especial insistencia una chica, Alba Sánchez, que terminó sacándome de mis casillas. “Alba Sánchez de la Torre, vaya a por un parte a jefatura, gracias!

Me miró y me dijo poco menos que encantada, que se lo pusiese. Encima, cuando regresó con la amonestación, se iba riendo en plan “soy la más guay porque lo digo yo”. Conforme terminé de firmar el parte, la gente se calló y por fin se quedó quieta. No soy un amante de las amonestaciones; pienso que no hace falta recurrir a ellas, pero hay comportamientos intolerables que no debemos dejar pasar.

Tras echarles el sermón sobre el pésimo ejemplo que daban con aquellas salidas de tono, les di otra de arena, recordándoles que tienen un gran potencial que deben sacar. Al que no hay que desterrar nunca es a ese niño malo que no atiende ni respeta.

Siempre acabo las clases con la misma conclusión: “Chicos, estudiar no lo es todo, hay que saber comportarse”. Y con la última sílaba de mi frase mágica sonó la campana: “Sed buenos”. Se rieron y yo sonreí, pero esta vez no irónicamente, sino con satisfacción. Es lunes a primera hora, a ver si me dura hasta la sexta del viernes.

Profesor por un día

ROCÍO NIETO, 4º ESO A

Ser profesor no tiene que ser nada fácil. Aguantar malas caras, tener que estar siempre de buen humor para dar ejemplo, sacrificarse muchas veces por compañeros o alumnos… En fin, no me parece un trabajo sencillo… Si yo lo fuera:
“Me despierto por la mañana, como siempre, con prisas. Me preparo y desayuno. Salgo rápido de casa, que ya llego tarde al instituto. La primera hora la tengo con los de 1º, que ¡madre mía, cómo me tienen! ¡Parece que no saben comportarse! Uno empieza faltándome al respeto y eso es algo que yo no permito, así que ya, desde primera hora, ando mandando notas a casa con la agenda.
La segunda y tercera hora resultan de lo más normales. En el recreo tengo problemas con un compañero que, al parecer, había cogido mis exámenes de la fotocopiadora porque, según él, se había confundido. Después, a cuarta, tenía clase con mis alumnos de Bachillerato, “los pequeños”, a los que tengo tanto cariño. Les entrego los exámenes. Con algunos resultados, por cierto, estaba muy contenta, sobre todo con Álvaro, que me había hecho un examen “de 10”.
A quinta hora, y ya la última afortunadamente, tenía con los de 3º, para los que había preparado un examen sorpresa. Ante el asombro general y las malas caras, intento reaccionar bien y con corrección, aunque ellos ya saben que siempre les digo que quejarse es un feo vicio y la profesora es, al fin y al cabo, quien dirige y decide.
Termino mi jornada lectiva; llego a casa, me encargo de los peques y, rápidamente, me pongo a corregir exámenes y a prepararme las clases del siguiente día. Al terminar, ya para las 8 de la noche, me siento agotada.
Esta es mi rutina diaria, en el mejor de los casos, si no me han surgido muchos problemas. Como veis, una vida un poco ajetreada y estresante, aunque yo no digo que todo en ella sea negativo, que parece que lo estoy pintando todo muy negro, cuando no lo es.
Estoy orgullosa de mis alumnos y más cuando se comportan como deben y sacan buenas notas. Me siento bien conmigo misma por cómo estoy haciendo mi trabajo, pero también por ellos, porque su esfuerzo, finalmente, tendrá su recompensa.

Yo no os digo que ser profesor sea uno de los peores trabajos ni mucho menos, simplemente opino que no es sencillo, requiere mucha dedicación y no está muy bien reconocido”.

12 de enero de 2017

Concurso "Luis Landero"

XXVII Concurso de Narraciones Cortas LUIS LANDERO para estudiantes de Secundaria

 BASES:
1- Se establecen un primer premio de 600 euros y dos accésits de 250 euros cada uno, más “tablet” electrónica, placa y publicación por parte de la Editora Regional de Extremadura (Junta de Extremadura). Uno de los accésits pertenecerá a la categoría infantil (1º y 2º de ESO).
2- Pueden participar los alumnos matriculados en centros de secundaria de todo el Estado Español y de países hispanoamericanos, siempre que no superen los 21 años de edad.
3- El tema será libre y las narraciones no excederán de diez páginas escritas a una cara con interlineado doble y tipo de letra Times New Roman, tamaño de 12 puntos. Sólo se admitirán narraciones originales no premiadas en otros concursos y no presentadas simultáneamente a otros certámenes.
4- Las narraciones tendrán, necesariamente, título.
5- Los trabajos estarán avalados por un/a profesor/a perteneciente al mismo centro que el alumno, y que dé fe de que el alumno es el autor de dichos textos.
6- Los trabajos se presentarán sin firma, por duplicado y en un sobre grande cerrado. Dentro del mismo se incluirá otro sobre más pequeño en el que constarán: en el exterior, un lema o seudónimo; y en el interior, el nombre, los apellidos, el domicilio, el teléfono, el centro donde realiza sus estudios, el curso al que pertenece y el nombre y DNI del profesor que lo avala. No se admitirán aquellas narraciones que se envíen por Internet.
7- Los alumnos que se presenten por la categoría infantil (1º y 2º de ESO) lo harán constar en el exterior del sobre grande.
8- Un autor no podrá acumular más de un premio.
9- El plazo de presentación de los trabajos finaliza el 27 de enero de 2017. Deben enviarse a: IES “Castillo de Luna” (Concurso Luis Landero). Ctra. De Herreruela, s/n. CP 06510 Alburquerque (Badajoz)
                                                             
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