El día y la noche se entrelazan
cual almas gemelas que cuchichean
entre mis sueños y despertares.
El cansancio y la energía
se acompañan como una única melodía,
no sé si es un sueño o realidad,
todo parece un nuevo empezar.
El tiempo perdido en una inconsciencia está
flotando en un vino embriagado viéndole cómo se va.
Mis días son noches que se unen al descansar,
con el mismo punto adyacente donde puedan comenzar.
No distingo el más allá,
si es ficción o realidad
despedidas en solitario a nadie a quien llorar.
Observando la vida me hallo
tras el filo de un cristal,
anhelo el viento en mi cara
y el calor de los rayos dorados al caminar.
No sé si enloquezco o cuerdo me he de quedar,
ser responsable en la vida es mi voluntad,
yo me quedo en casa, esa es mi lealtad.
Juntos saldremos de esto y la vida continuará,
la gente la calles de risa pronto llenará
y por fIn veremos el día en que todo acabará.
Jorge Aparicio Calle (3º ESO B)
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