Es como un gigante, un enorme gigante que termina con todo,
le da igual, desde el pueblo más pequeño e inocente al más viejo y sabio
nos obliga a encerrarnos, algunos están solos y otros acompañados
pero hay algo que no sabe: de la noche a la mañana nuestros superhéroes
encontrarán el veneno que le destruirá y ya no podrá arrebatarnos más vidas sin piedad.
No se recuperarán a los soldados caídos en combate, pero aun así se les honrará como cada día, cuando el sol se haya dormido y la luna esté por despertar.
Hombres y mujeres vestidos de azul, batas blancas, sirenas. Para cada una de las personas que ahora mismos nos defienden y dan la cara, gracias.
Pero que sepas que ahora la corona la llevamos nosotros.
Violeta Matellanes (3º ESO C)