En plano onírico esta hubiese sido
mi torre de marfil
mas no hallo el sonreír,
me hundo lánguido y afligido.
En presidio de impar depredador me encuentro,
En monárquica clausura me hallo
Pero, ¿qué hay de aquellos visitados
Por Keres? ¿Tan Iracundo y trastocado
estás?
Seré devorado por Ezis,
Estar en las carnes de Sísifo
Lasitud me provoca.
El día que cumpla condena
Efímera será mi paz
Hasta que sucumba
Y con Ícaro me reúna
Y con Mefistófeles estipule
Y con Fausto plaña.
Pero cuando con él convenga,
Mi anhelo será el destrono de la dolencia.
Eduardo Santos (4º ESO A)