Rincón literario

del IES Las Encinas

23 de abril de 2021

"Nada es para siempre"

María Asunción Vicente (4º ESO D), 3º premio categoría ESO

XXIX Concurso Cuentos Infantil y Juvenil 2021

Si algo hemos aprendido de esta pandemia es que la vida es como una montaña rusa, un día estás en la cima y al otro de repente caes al vacío. Si no que se lo digan a Thais. 

Ella es una niña común, pero hay algo que la diferencia de los demás, su inocencia y su timidez. Estas dos cosas la hacen más vulnerable y eso juega en su contra. A pesar de que su vida no es una vida de lujos ni facilidades, cuando llega a casa todo es perfecto, tiene a su madre, a sus hermanos, pero sobre todo tiene al mayor tesoro de su vida, su salvavidas cuando el mundo se le cae encima, su pilar fundamental, la única persona capaz de liberarla de sus problemas con tan solo un abrazo, su padre. Su padre es un hombre gracioso y divertido, pero a la vez muy serio y estricto. Su aspecto corpulento y su labor como policía hacen que le tenga demasiado respeto, pero a la vez le ve como un héroe, capaz de salvar y ayudar a cualquiera. A pesar de pasar muchos ratos con él, en el trabajo, de vacaciones, etc.… tiene más afinidad con su madre ya que a ella la ve más cercana. Thais nace un 11 de agosto de 2003 y desde ese día no le queda otra opción que luchar día a día para afrontar todos los obstáculos que le pone la vida. Desde los 3 hasta los 13 años, su día a día en el instituto es un infierno, nadie se acerca a ella, todo el mundo habla mal de ella y difunden rumores falsos sobre ella, no quieren ni tocar lo que ella toca porque les da asco. Sin ella hacer nada se vuelve la apestada de la clase y por más que intenta defenderse y decir que esos rumores no son ciertos, nadie la cree. Y no es hasta que llega a 4º de Primaria, cuando tiene a sus dos primeras amigas. Por si esto no fuera suficiente, unos meses antes de cumplir 9 años, su padre enferma y se pasa semanas enteras ingresado en el hospital. El tiempo que no estaba ingresado, su madre con la ayuda de sus hermanos cuidaba de él. Ella por su parte tiene que salir de clase y aparentar que viene de pasarlo en grande, cuando en verdad viene de pasar el mayor infierno de su vida, para que su familia, pero sobre todo su padre no se diera cuenta.

A pesar de su corta edad, ella es consciente de la situación que les toca vivir en su casa, pero sin embargo no es consciente de la magnitud de dicha situación por lo que sigue haciendo su vida normal. Queda con su mejor amiga, sigue acudiendo a sus extraescolares e incluso se va de campamento en verano. Hasta que un día se da cuenta del inmenso esfuerzo y sacrificio que hace su madre por cuidar de su padre y decide quedarse ella a cuidar de su padre para que su madre y sus hermanos pudieran salir a tomar el aire y descansar.

La enfermedad de su padre dura dos años, hasta que llega el día en que todo cambia. Un lunes 13 de enero de 2014, Thais se levanta a las 8, se pone su uniforme, desayuna, coge su mochila y va a la habitación de sus padres para despedirse de su madre antes de ir a clase como hace todos los días. Lo que no sabe es que ese día a tan solo 7 meses antes de cumplir 11 años, su vida cambiará por completo. Cuando acaban las clases, Thais sale a la puerta del colegio pensando que encontraría a su madre esperando para recogerla, pero para su sorpresa, su madre no está allí. En ese momento la madre de una de sus dos amigas, se acerca a ella para decirle que su madre le ha llamado y le ha pedido que la recoja porque ella no puede venir. Thais se extraña al principio, pero luego lo comprende ya que ambas amigas viven muy cerca. Una vez que salen del colegio, se dirigen al centro cultural donde su amiga acude a sus extraescolares. Es allí donde la recoge otra amiga de la familia y se la lleva a su casa, donde pasa el resto de la tarde. Cuando empieza a anochecer, sus hermanos vienen a recogerla y la llevan a casa de sus abuelos. Al entrar, Thais se encuentra a toda la familia reunida, lo cual le causa confusión puesto que rara vez coinciden todos. Pero lo más extraño es lo excesivamente cariñosos que estaban todos con ella. Después de saludar a todos, Thais entra en una habitación con la esperanza de encontrarse a su padre, al cual llevaba una semana sin ver. Pero de nuevo se lleva una sorpresa al ver a su madre y su hermano llorando desconsoladamente por primera vez. Después se sienta en las piernas de su tía, la cual le da la peor noticia de su vida, papá está en el cielo. En ese momento Thais rompe a llorar, pero no por la noticia que acaba de recibir, puesto que todavía no es consciente de lo que le han dicho, sino porque allí dentro no estaba su padre. Al día siguiente Thais vuelve a clase como si nada hubiera pasado, sigue sin ser consciente del cambio tan radical que ha sufrido su vida. Al llegar, todos los profesores le muestran su apoyo y se preocupan por ella. Pasan un par de días y por fin asienta la información que su tía le dió hace unos días, pero no se lo cree. Durante una semana se dedica a buscar a su padre por cada rincón de su casa pensando que es una de sus bromas y al ver que no le encuentra decide salir a buscarle a la calle. 

Durante la siguiente semana se dedica a buscarle detrás de los muros, edificios, arboles, bancos, etc.… pero sigue sin aparecer. Es entonces cuando descubre que no es ninguna de sus bromas. A partir de ahí entra en shock y su mente se queda en blanco. Después de unos cuantos meses consigue procesar toda la información y se da cuenta de que su padre no está ni estará nunca más. En ese momento le invade el cuerpo un inmenso sentimiento de culpabilidad, y después de un tiempo de rabia y arrepentimiento por no haber disfrutado más de él decide pedir ayuda. Y empieza una terapia para superar tanto la pérdida de su padre como las secuelas del bullying que afortunadamente hace un año que desapareció de su vida. Ella sabe perfectamente que nunca podrá olvidar a su padre, lo único que quiere y necesita es pasar página y seguir adelante conviviendo lo mejor posible con su ausencia. Después de dos años de terapia, consigue cerrar las heridas del pasado y se da cuenta de que castigarse a sí misma y arrepentirse no va a cambiar lo que ha pasado. Lo único que puede hacer es aceptar que eso es lo que le ha tocado vivir y aprender de sus errores. Lógicamente todo lo que ha vivido la ha cambiado, pero también la ha hecho más fuerte. 

Y ese día decide coger las riendas de su vida y se da cuenta que el pasado no lo puede cambiar, pero el futuro sí. Así que desde entonces se une aún más a su madre y disfruta de cada segundo a su lado y todas las tardes va al cementerio a visitar a su padre y contarle cómo le ha ido el día. Es entonces cuando al fin logra ser plenamente feliz, porque después de mucho tiempo ha conseguido tener la relación con su padre que tanto había soñado. Aunque sea demasiado tarde. 

La historia de Thais nos enseña que siempre damos por hecho lo que tenemos y pensamos que tenemos mucho tiempo para disfrutar de ello por eso no le damos el valor que se merece. Hasta que un día la vida te cambia por completo y eso que pensabas que podrías disfrutar por mucho tiempo, desaparece de tu vida en un solo segundo. Y es solo en ese momento cuando te das cuenta del inmenso valor que eso tenía en tu vida y del poco que tú le diste. Así que valora y disfruta lo que tienes ahora que puedes, porque nadie te asegura que mañana lo sigas teniendo. Porque aunque queramos, nada es para siempre.